Toda persona que ha ido a Tikal y que haya visto los mapas de ese maravilloso tesoro guatemalteco quizás se sorprenda con el hecho que logré hacerle unos retratos a una leyenda viviente, Robert Carr. Bob, como así eligió que lo llamáramos, es uno de los responsables del levantamiento topográfico de Tikal. Tuve la suerte de conocerlo, intercambiar varias conversaciones hasta con cervezas, y poder escuchar muchas de sus anécdotas.
En la foto de arriba, Bob conversaba con un amigo, Jorge Chocón, quien también ha sido una persona clave en mejorar la administración de Tikal. Puedo presumir también que he fotografiado a Jorge, y sí que lo he fotografiado, pero esas bien pueden ser otras palabras dignas de compartirlas en su momento a como se me vayan viniendo las historias, con el son de tener presentes a las personas que me son de significado importante y vital en mi vida.
Así, Bob y Jorge conversaban, pero elegí esta foto, porque Bob empezaba a emocionarse con una de sus tantas anécdotas. La conversación continuó por más de una hora... En todo momento, antes y después de esta fotografía, lo más impactante y maravilloso que sentí fue que este señor, tan importante en algo tan histórico, en algo tan cultural y natural, que es Tikal, siempre fue sencillo y humilde, entre muchísimas otras características de un genuino ser humano.
