De aprendizaje...

Alguna vez, quizás por allí por 1993, me encontré considerando si en la vida había hecho juramentos, pero no estoy nada seguro de recordar si alguna vez hice alguno. Lo que hoy en día sí me es presente es el conjunto de las decisiones de vida que he tomado, que son, en todas sus matices y dimensiones, tratando de explicarlo de manera sencilla, conclusiones a partir de observaciones sistemáticas, que llevan a posibles debates y que por último hay que concluir y recomendar. Es similar, a veces ha sido igual, a lo que es el método científico. De todos modos eso no garantiza sensatez, pero sí cierta dosis de determinación, a veces pragmatismo, que si hay datos nuevos que puedan llevar a re-evaluar las hipótesis inicialmente establecidas, hay que volver a aplicar el mismo proceso. En otras palabras, siempre puede quedar el privilegio de la duda, pero cuando pese a todo lo que va sucediendo, continuar dando el privilegio de la duda es, a veces, crudamente insensato. Lo más importante es no parar de estudiar, analizar, evaluar, ponderar y considerar que hay valores propios que no son negociables, pese a lo simple y sencillo que soy, así que de una u otra forma, el aprendizaje me es inevitable.