miércoles, 11 de octubre de 2017

De niñas, y ¿algo sobre justicia?





Violentar no es solamente "bullying", sus matices son diversos y en Guatemala mucho pasa desapercibido, incluso también condenando y sentenciando a las víctimas. La violencia carcome, hasta mata niñas. Los responsables mayormente son hombres, que si no las mata, les roba la vida, causando daños permanentes. El patriarcado siempre implica violentar.

No hay una fórmula mágica para resolver tanto problema. No se resuelve tampoco con amor, en cualquiera de sus matices, ni el llamado universal, que esto último me suena a dogma religioso. Se me hace que el amor real debe ser aquel que implica un genuino sentimiento de justicia, pues quizás es lo único que pueda generar introspección y reflexión. Al menos, sí sé que con las amistades netamente saludables, el cariño, aprecio, respeto, simpatía, empatía, amor y justicia, también van acompañados de un compartir de todo, sin juzgar, aunque sí colaborando mutua y recíprocamente con la introspección, reflexión, auto-crítica, crecimiento, desarrollo, evolución y sentido común, en un constante agradecimiento de todo ese saludable existir.

No basta únicamente el amor, en ningún aspecto, aunque pueda llegar a ser necesario. No basta tener voluntad para romper esquemas, no basta la universalidad de lo que sea si es que no hay un verdadero sentir de lo que es justicia, pues solo las acciones pueden demostrar si llegara a existir. Ojalá que el amor y la justicia lleguen, al menos, algún día a ser sinónimos. De repente, en ese entonces la especie humana pueda romper sus propios patrones.

Sin embargo, la esperanza en una evolución de la especie humana no radica en el patriarcado, ni el matriarcado, sino en todo lo que actualmente se debe hacer justamente en pro de la niñez, en particular de las niñas, pues por siglos el patriarcado ha llevado a la especie humana a un caos y desastre intra-especie, tanto como inter-especie.

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