lunes, 7 de septiembre de 2020

De exposiciones, trayectorias, vidas y réquiem...

Parece que se vienen homenajes póstumos a quien fuera mi madre. Cuando tuve relación con ella, le rendía tributos en espero que hubieran sido momentos saludables para ella. Pero, ciertamente, cuando me surgió la fotografía, también le hice tributos fotográficos en varios momentos de su vida. Sin embargo, en muchos matices, grados e intensidades, para mi familia la fotografía nunca fue de relevancia. Parece que nunca les interesó que la fotografía hasta me hubiera salvado de mí mismo, así como lo han hecho otras personas a quienes grandemente aprecio, y les agradezco aún más.

Cuando inicié en la fotografía, la verdad nunca me imaginé que por años tendría un promedio de una exposición colectiva anual. Ya no recuerdo cuándo es que esa frecuencia se fue reduciendo, pero hasta que surgió en mi vida el Colectivo Arrancacebollas es que ya tocó la primera exposición solo. No del todo solo, fue con ellos, gracias a ellos, pero yo fui el único fotógrafo. Ya no recuerdo los detalles, aunque sí recuerdo que invitaba a mi familia a las inauguraciones de las exposiciones en las que tenía fotos participando. Nunca fueron a ninguna inauguración. La verdad no recuerdo las excusas. No eran los trofeos que querían, o los que requerían. Ni idea. La familia lo es todo, la familia es sagrada, la familia tiene que ser unida, lo dicen y predican muchas personas. La realidad es que como es usual, hay abismos entre las acciones y las palabras. Las acciones siempre dicen mucho más que las palabras, independientemente de las intenciones. A veces, las acciones solamente lo dicen realmente todo.

No obstante, en el historial de mis fotos, o mío, una de las exposiciones internacionales tuvo lugar en Rusia, con el tema "Familia Unida", en el 2011. Me aceptaron una foto y es la única que acompaña a este "post". Digo, sea como sea, al menos mi madre supo que había una foto en la que estaba ella, que anduvo en una exposición en Rusia... Ya hubiera querido yo irme con la foto, pero no se podía. Ya quisiera irme a los lugares a donde han viajado varias de mis fotos, pero no se ha podido. Quizás algún día se pueda y si no se puede, tampoco es el fin del mundo. Y, si lo fuera, pues ni modo, toca lo que toca. Pero, a veces basta un respiro para vivirlo todo en su máxima expresión, entre tanto desmadre.

Mozart: Requiem

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